miércoles, 23 de mayo de 2012

Creo en tí

Dicen que esta mañana las banderas de Madrid no se mueven; que el aire ya se ha detenido esperándote, como si contuviese la respiración igual que se contiene en el paseíllo, cuando dibujas con el pie una cruz en la arena y echas el paso al frente envuelto en seda y grandeza.

Hoy torea Morante. Y sólo con verte anunciado me dan ganas de hacer una profesión de fe, de persignarme como quien accede a un santuario y profesar mi credo, ese que compartimos miles de apóstoles que hemos visto, que sabemos del milagro. Hoy te esperamos a ciegas, sin pedir nada. Con la misma alegría de aquella niña que recibió el sacramento vestida de blanco hace hoy treinta y seis años. Con la misma fe que tienen quienes van en fila a comulgar y ni siquiera cuestionan que la Hostia pueda ser el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo, la misma carne; como el vino es la sangre consagrada que un día tiñó el madero y nos hizo libres. Con la misma levedad con que fumas el tiempo, humo manso que huye de tus labios de torero, que no necesitan decir nada, que siempre besan.

Quizá sea hoy. Puede ser hoy, cuando una verónica resuma todas las verónicas de la historia, o una media envuelva al mundo en la caricia de tu signo. Quizá sea hoy cuando resuelvas en el instante el misterio, el enigma de siglos del toreo. Ahí la llave.

Tiene que ser hoy. Yo te espero. Yo creo en tí. Y si así no fuera, mañana repetiría estas letras, este credo, allá donde traces la cruz con el pie mientras el aire detiene su paso y te espera, seda y grandeza. Porque el mismo aire, que te conoce, también cree, también sabe, también te canta.

Venga a la tierra tu reino.


(La foto es de Juan Pelegrín, que captó a Morante fumándose el tiemplo)

7 comentarios:

Itziar Urrutia Salazar dijo...

Dios mío, con lágrimas en los ojos... Hoy voy a ver a Morante por primera vez, ojalá se me contagie un poquito de tu fe, pedazo post.

TorosSI dijo...

sólo puedo decir: AMÉN

Anónimo dijo...

O le puede dar por cabrearse y lanzarle la toalla a Carlos Crespo, como si éste tuviera la culpa de su falta de inspiración

Risoto

Gil de O. dijo...

Se llamaba Ana -como tú- cuando sentados sobre el mojón, al borde de aquel camino, que indicaba "una legua para..." le dije por primera vez: TE QUIERO.
Esa legua que tan difícil me resultaba de recorrer, es la que me falta para aceptar el desamor que sufro para con Morante. Lo quiero, pero no me deja sentirlo.
Pienso si cuando le encargaron los frescos de la Sixtina a Miguel Angel, hubiera rehusado porqué le podrían producir vértigos las alturas. Morante no ha estado todavía a la altura que le pide EL Toreo.
No creo que con los "asillaos" "exobispaos" y feos JP recorra esa legua, que nunca fuí capaz de recorrer yo.
Un beso para mi Ana y otro para tí berrenda.

Saludos de Gil de O.

sentimientos y locuras dijo...

OLe Ana Ole tu de verdad y Dios quiera esta tarde sea!!!!
Un beso

Gil de O. dijo...

Berrenda, no te has preguntado que se hace con los berrendos en colorao, generalmente capuchinos, cuando su ganadería brava a la que de por vida condujeron, bien al amparo o a la zaga, ha terminado en el matadero. Te lo digo yo: Van para carne en Bilbao si son regordos; de lo contrario como las vacas a las hamburguesas de Italia.

No te aflijas. Morante no es el torero que como Mesías redivivo, necesita la Fiesta, pues le falta carácter para echársela a la espalda. Podría haberlo sido Tomás, pero su condición de creerse "más dios que torero" lo ha impedido.

Hay unos personajes-elementos de los berrendos en colorao, a los que yo llamo mis mansos bellos, mis mansos nobles, que sufre tanto como ellos, cuando se cierra la dehesa, que son sus cencerros: Se cuelgan en los techos, junto a las hoces -hace muchos años que se allí clavaron- con los badajos atravesados por un alambre acerado, que los silencia, hasta que venga -si es que viene- un ganadero, con ganas de serlo y vuelve a afinarlos para darles personalidad a esa nueva parada de berrendítos que acaba de domar.

La Fiesta está muy necesitada, pero no veo en Morante al ángel que con una muleta blanca en la izquierda y en la otra una pluma de versos, quiera conducir el Toreo que los enamorados llevamos y llevaremos esperando desde su génesis hasta el
fín de los tiempos.

Bueno, te la acabo de poner para que me embistas como quieras, que no pienso enmendarme; aunque sea como uno que me ha dicho por ahí en tono burlesco, sin saber lo que es eso, "santificarás el temple". Y luego quieren disfrutar de ésto. Otro beso.

Saludos de Gil de O.

Anónimo dijo...

Como todos, quiero mucho Morante. Asi un poema para el. Mi ardero d'amor !
"Te quiero como el rocio del dia
Su la hierba ardenta de tu tierra andalusa,
Te quiero como el sol que abrasa
Tu piel de sevillano misterioso,
Te quiero como la luna
Que alumbra, la tarde, tu rostro de nino
Que ha demasiado pronto mas alto,
Te quiero con toda la fuerz de mi alma,
Con toda la profundidad de mi corazon,
Te quiero como Don Quijote ama a Dulcinea,
Sin toda razon,
Con locura y abnegacion
Incontrolable pasion"