El mundo ha asistido, sin pudor, a la captura, linchamiento y asesinato del dictador Gadafi. Hemos desayunado, comido y cenado con esas imágenes aterradoras que muestran hasta qué punto el hombre es enemigo del hombre. Lobo para el hombre; hiena para el hombre. Que somos las peores bestias.
RTVE decidió no emitir corridas de toros por su contenido 'violento' en horario infantil. Y ahora, después de ver las imágenes del linchamiento y asesinato de Gadafi, las poses de celebración en torno al cadáver del tirano, como si los humanos nos hubiésemos vuelto aves de rapiña, me pregunto qué hacen los censores del ente público para evitar la difusión de esa violencia que, esa sí, es violencia en estado puro y violencia se llama. Esa violencia que aterra, que te deja el alma en un puño y que atenta contra la dignidad humana y el derecho, inquebrantable, a la vida y a un trato justo.
Asqueada porque la condición humana no tiene techo, me pregunto dónde están esos censores, que aplican el doble rasero, la doble moral, según les sople el viento, según dicten las doctrinas de lo políticamente correcto. Y en ese epígrafe no entra el maravilloso mundo del toro, la cultura secular que nos contempla. Dónde están los Anselmis del mundo, que no claman para que los hombres seamos tratados como hombres.
Y ante semejante ejercicio de cinismo y de hipocresía, me pregunto por qué todos los aficionados taurinos de este país tenemos que sostener un ente público que sólo emite para cierto sector de su público y que utiliza la violencia como excusa para no perpetuar la tauromaquia, mientras nos sirve la violencia en la mesa, a cara descubierta, el tiro en la frente, la sangre del mediodía, y nadie dice ni mú.
Mientras, en una oscura morgue de Libia, el coronel no tiene quien le tape.
(La ilustración, de ElLitoral.com)
sábado, 22 de octubre de 2011
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3 comentarios:
Qué grande eres
Totalmente de acuerdo, da igual que sea un dictador que un niño muriéndose de hambre en Somalia, que un grupo de guerrilleros disparando fuego real o lapidando a una mujer. Nos sirven el terror encima de la mesa a la hora de comer o de cenar y luego se esconden en sus despachos a frotarse las manos con los índices de audiencia.
¿ La corrida seria violencia, mientràs que la sangre, las guerras, los asesinatos, las torturas, los linchamientos, cada dia, de la mañana a la noche, del cabo al fin del año, son el lote cotidiano de los medias hipocritas y locos, que imponen sus poequerias, las que condicionan los niños del mundo gordos de imàgenes de internet y de tele?
Moralistas de mierda: nos dictan su ley vergonzosa de veletas que nos toman por idiotas.
Matar un toro bravo es crual: ¡SI SEÑOR!
Asesinar un hombre, el cual que sea, y publicar imàgenes de su linchamiento: NORMAL, HUMANO.
Informaciòn podrida, como casi todo el sistema que nos aboga.
Saludos, y enhorabuena por su entrada valerosa.
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